Las operaciones de mantenimiento llevan asociada la generación de distintos tipos de residuos. Es importante saber diferenciar cada uno de ellos, puesto que de sus características va a depender el grado de peligrosidad del residuo y los daños ambientales que este puede generar si no se trata de la manera adecuada.
Los residuos se pueden clasificar en:
1. Residuos urbanos (RSU)
Residuos No Peligrosos
Residuos Peligrosos (RTP)
2. Residuos industriales
Residuos asimilables a urbanos
Residuos Inertes
Residuos Peligrosos
1) Residuos urbanos
Residuos No Peligrosos
Son los generados en los domicilios particulares, comercios, oficinas o servicios, y todos aquellos que no tengan calificación de peligrosos y que por su naturaleza o composición pueden asimilarse a los producidos en lo anteriores lugares o actividades.
2) Residuos industriales
Residuos asimilables a urbanos
Residuos de los comedores de las fábricas y otros similares como los envases.
No presentan riesgos para la salud ni el medio ambiente. En este grupo se incluyen residuos de cocinas, cafeterías y comedores, residuos generados por actividades administrativas, residuos voluminosos, muebles, escombros, residuos inertes. Gestionados por ayuntamientos con más de 5000 habitantes.
Residuos Inertes
Todo desecho procedente de la construcción y derribo de edificios, así como obras civiles (desmontes, excavaciones) que no produzcan alteraciones graves en el medio. Los residuos inertes no experimentan transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas.
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